Erase
una vez, hace ya algún tiempo un hombre que no era ni alto, ni bajo, ni feo, ni
hermoso, ni gordo, ni flaco, ni gracioso, ni aburrido,… ¡por no ser ni era! Tan
impersonal era, ¡que ni nombre tenía!
Y al
no ser y no tener personalidad alguna, dejó de ser persona y se volvió
invisible para todo ser racional. Desde entonces su vida fue un infierno:
La
gente lo arrollaba por la calle, los tranvías lo atropellaban por las avenidas,
no lo atendían en las colas y lo ignoraban en las tascas. ¡Hasta los de
hacienda pasaban de él!
Un día,
mientras que el astro rey se bañaba en el mar, para morir como todos los días,
para revivir con la aurora, el hombre paseaba por un parque. Su cabeza víctima
de la desesperación era hervidero de ideas lúgubres y siniestras.
Al
pasar por un banco, un borracho lo vió, pues este había perdido la razón en el
taburete de un bar, bueno, más bien la dejo allí como prenda, por las copas
bebidas, perdidas, derramadas, caídas, por las nunca servidas.
El
borracho, agarró una botella que descansaba en su regazo y se la ofreció al
hombre, y este bebió como beben los de su casta cuando son asolados por la
desesperación:
¡De un
tirón, a morro y hasta el fondo!
Entonces
se sintió diferente: ¡Al fin era!
Se
volvió para darle las gracias al borracho, pero este había desaparecido, ¡Era
la personalidad del borracho lo que llenaba esa botella que acababa de vaciar!
Se
encogió de hombros, dejo caer la botella y se perdió en el dorado halo del
atardecer: Al fin y al cabo, es mejor ser un borracho, que malgasta la guita y la
vida a los pies de un surtidor de bebidas espirituosas, a no ser nada.
En
cuanto al borracho, aún sigue ahí, tirado, impertérrito y sobre todo imperedne,
pues la muerte es una propiedad material, y a lo que no es, no le hace caso ni
la muerte.
¿Cómo
va a morir algo que ni tan siquiera es?
Por Koldo Ugarte
Por Koldo Ugarte
Fantàstico relato,me gusta todo lo que te hace meditar,pensar,reflexionar....gracias.
ResponderEliminarMe enecanta! Te doy la enhorabuena.
ResponderEliminarTe felicito. Te hace pensar y reflexionar.
ResponderEliminarFelicidades!!! Realmente muy agradable de leer y muy bien finalizado, me ha recordado un poco a los relatos cortos de J. L. Borges. Animo y esperamos otros relatos tuyos
ResponderEliminarGenial Koldo. me gusta y sobre todo el final.
ResponderEliminarSi no se es nada, nada se es y ni termina ni empieza, ni siquiera está en la mitad.
Ánimo, majete :D
Muy creativo, ingenioso, lo que más me gustó es que no pude predecir el final.
ResponderEliminarContinua asi! Felicitaciones Koldo!
Hola Leopoldo!
ResponderEliminarSoy Guillermo tengo 42 años, déjame decirte algo, ya me hubiese gustado a mí unir las palabras y darles sentido a tu edad, me ha encantado! Me gustaría pedirte algo, por favor no dejes de escribir, estoy seguro que impactaras muy positivamente la vida de muchas personas, por que a diferencia del "El hombre impresonal" Tu si que eres alguien, Leopoldo, y alguien muy grande.
Salud, Ilusión y éxitos.
Guillermo
Gracias a todos, publicaré más relatos, espero os sigan gustando. Muy amables.
ResponderEliminarOs animo, a seguir leyéndome, espero no defraudaros. Gracias.